Contexto General y Contribución a la Huella en las Emisiones Globales (GEI)
La inteligencia artificial (IA) está transformando múltiples sectores económicos gracias a inversiones que buscan aumentar la eficiencia y la innovación. Sin embargo, la repercusión de estas tecnologías en las emisiones de gases de efecto invernadero aún es incierta y depende en gran medida de cómo se desarrollen y utilicen, en promoción también de la acción climática.
Aunque la IA contribuye solo con un 0,01% al total de emisiones de gases de efecto invernadero globalmente, esto es relativamente menor en comparación con industrias de alto consumo energético. No obstante, los centros de datos y las redes de transmisión que apoyan la IA representan hasta un 0,6% de estas emisiones. En términos energéticos, los procesadores dedicados a la IA consumen entre 7 y 11 teravatios hora (TWh) al año, cifra bastante inferior a los consumos de la minería de criptomonedas y los centros de datos convencionales, que varían entre 100 y 150 TWh y 500 y 700 TWh respectivamente.
Proyecciones Futuras y Necesidad de Monitoreo
La tendencia actual y la proyección de crecimiento en la capacidad computacional sugieren un aumento exponencial en la demanda y el consumo energético de la IA. Se espera que esta capacidad se incremente hasta diez veces por año, con un incremento en la demanda de servicios de IA de entre un 30% y un 40% anual durante los próximos cinco a diez años.
Para el año 2027, el consumo energético de la IA podría ser hasta diez veces superior al de 2023, equiparable al consumo energético anual de todos los hogares estadounidenses que ven televisión. Estos datos subrayan la importancia de monitorear y evaluar continuamente el impacto ambiental de la IA y desarrollar políticas que mitiguen su huella de carbono, asegurando un desarrollo tecnológico que esté alineado con objetivos de sostenibilidad y emisiones netas cero.
Artículo de nature ¿La IA acelerará o retrasará la carrera hacia las emisiones netas cero?
Impacto Individual de Tareas Específicas de IA
El uso cotidiano de la IA, como la generación de imágenes o la interacción con chatbots, también incide en el impacto ambiental. Un estudio de Hugging Face y la Universidad Carnegie Mellon reveló que generar una sola imagen con IA puede consumir tanta energía como cargar un smartphone completamente. Crear 1,000 imágenes puede generar una cantidad de emisiones de carbono equivalente a conducir 4,1 millas en un auto. Por otro lado, generar texto con IA 1,000 veces consume solo el 16% de la energía necesaria para cargar completamente un teléfono.
Este estudio, aún en espera de revisión por pares, es uno de los primeros en estimar las emisiones de carbono del uso de modelos de IA para distintas tareas y destaca que, si bien el entrenamiento de modelos masivos de IA es intensivo en energía, el uso continuo de estos modelos tiene un impacto significativo en la huella de carbono que impacta en el progresivo calentamiento global.