El cambio climático es uno de los desafíos más apremiantes de nuestro tiempo. Para abordarlo de manera eficaz, es fundamental comprender los conceptos clave relacionados con sus impactos y respuestas. El Sexto Informe de Evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) ofrece una visión detallada y actualizada sobre estos conceptos, integrando avances científicos recientes y nuevas perspectivas. Este resumen técnico complementa y expande los hallazgos clave del Grupo de Trabajo II (WGII) del Sexto Informe de Evaluación (AR6), basado en la literatura publicada hasta el 1 de septiembre de 2021.
La adaptación al cambio climático es una componente esencial para lograr un desarrollo resiliente y sostenible. A medida que los impactos del cambio climático se intensifican, la capacidad de las sociedades para adaptarse determinará su capacidad para proteger a sus poblaciones y ecosistemas, y para aprovechar las oportunidades que puedan surgir. La adaptación, en combinación con la mitigación y el fortalecimiento de la resiliencia, ofrece un camino hacia un futuro más seguro y sostenible.
1. Definición y Proceso de Adaptación
En los sistemas humanos, la adaptación se define como el proceso de AJUSTE al clima actual o esperado y sus efectos, con el fin de moderar el daño o aprovechar oportunidades beneficiosas. En los sistemas naturales, la adaptación es el ajuste al clima actual y sus efectos, que puede ser facilitado por la intervención humana. La planificación de la adaptación en sistemas humanos implica un proceso de gestión de riesgos iterativo, que abarca cinco etapas generales:
(a) concienciación
(b) evaluación
(c) planificación
(d) implementación
(e) monitoreo y evaluación
2. Tipos de Adaptación
La adaptación puede ser anticipatoria (antes de que ocurran los efectos del cambio climático) o reactiva (en respuesta a los efectos ya observados). Además, puede ser autónoma (realizada por individuos o comunidades de manera independiente) o planificada (coordinada a través de políticas y estrategias gubernamentales). La adaptación incremental implica ajustes menores para mantener el funcionamiento de los sistemas existentes, mientras que la adaptación transformacional requiere cambios fundamentales en los sistemas sociales, económicos y ambientales.
3. Importancia de la Adaptación
La adaptación es crucial para reducir los riesgos y maximizar los beneficios frente al cambio climático. En un contexto de urbanización rápida, pérdida de biodiversidad y crecientes desigualdades, la capacidad de las sociedades para adaptarse determinará su resiliencia ante futuros impactos climáticos. El éxito de la adaptación está estrechamente ligado al nivel de mitigación del cambio climático y a la transformación hacia la sostenibilidad global y regional, delineada en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
4. Estrategias y Enfoques de Adaptación
Las estrategias de adaptación abarcan desde la rehabilitación o restauración de ecosistemas, como humedales o manglares, hasta combinaciones híbridas de infraestructura verde y gris, como los diques horizontales. El papel de las especies, la biodiversidad y los ecosistemas en estas opciones de adaptación puede ser crucial para moderar los impactos del cambio climático y mejorar la resiliencia de los sistemas naturales y humanos.
5. Resiliencia y Adaptación
La resiliencia se define como la capacidad de los sistemas sociales, económicos y ambientales para hacer frente a un evento peligroso, tendencia o perturbación, respondiendo o reorganizándose de manera que mantengan su función esencial, identidad y estructura, al tiempo que conservan la capacidad de adaptación, aprendizaje y transformación. La resiliencia y la adaptación están interrelacionadas, ya que la adaptación efectiva aumenta la resiliencia de las comunidades y los ecosistemas. Implementar medidas de adaptación es esencial para el desarrollo resiliente al clima, permitiendo a las sociedades no solo recuperarse de los impactos climáticos, sino también transformarse y mejorar su capacidad para afrontar futuros desafíos.
6. Límites de la Adaptación
El informe del IPCC también destaca los límites de la adaptación, que pueden ser físicos, económicos, tecnológicos o sociales. Reconocer estos límites es crucial para planificar estrategias de adaptación realistas y efectivas. Además, la adaptación debe ser inclusiva y equitativa, considerando las necesidades y capacidades de las comunidades más vulnerables.
7. Otros Conceptos Clave Relacionados
Riesgo
El riesgo se define como el potencial de consecuencias adversas para los sistemas humanos o ecológicos, reconociendo la diversidad de valores y objetivos asociados con dichos sistemas. En el contexto de los impactos del cambio climático, los riesgos surgen de las interacciones dinámicas entre los peligros climáticos y la exposición y vulnerabilidad del sistema afectado. En cuanto a las respuestas al cambio climático, los riesgos resultan del potencial de que dichas respuestas no logren los objetivos previstos o de posibles compromisos o efectos secundarios negativos. La gestión del riesgo se refiere a planes, acciones, estrategias o políticas para reducir la probabilidad y/o magnitud de consecuencias adversas, basadas en riesgos evaluados o percibidos.
Vulnerabilidad
La vulnerabilidad es tanto un componente del riesgo como un enfoque independiente importante. Se define como la propensión o predisposición a ser afectado negativamente e incluye conceptos como la sensibilidad o susceptibilidad al daño y la falta de capacidad para hacer frente y adaptarse. Las evaluaciones de vulnerabilidad han evolucionado, comenzando con evaluaciones biofísicas de exposición a peligros climáticos y avanzando hacia determinantes sociales y contextuales de vulnerabilidad. La vulnerabilidad varía dentro de las comunidades y entre las sociedades, y cambia con el tiempo. En el informe, la evaluación de la vulnerabilidad abarca diferentes enfoques presentes en la literatura, armonizándolos según la evidencia disponible.
Exposición
Se define como la presencia de personas; medios de vida; especies o ecosistemas; funciones, servicios y recursos ambientales; infraestructura; o activos económicos, sociales o culturales en lugares y entornos que podrían verse afectados negativamente. Los lugares y entornos potencialmente afectados pueden definirse geográficamente o de manera dinámica, por ejemplo, a través de mercados o flujos de personas.