En la COP 21 de la CMNUCC se adoptó el Acuerdo de París, cuyo objetivo es limitar el aumento de la temperatura global a menos de 2 °C y preferiblemente a 1,5 °C respecto a niveles preindustriales. En respuesta, Colombia promulgó la Ley 1931 de 2018, que establece las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC) para la adaptación y mitigación del cambio climático. El Artículo 9 de la Ley 1931/2018 obliga a las autoridades municipales y distritales a incorporar la gestión del cambio climático y ordenamiento territorial, como también en sus planes de desarrollo, referenciando los Planes Integrales de Gestión del Cambio Climático Territorial (PIGCCT) y Sectoriales (PIGCCS).
Colombia ha desarrollado varias estrategias nacionales, como ENREDD+ y Conpes 4058/2021, para reducir emisiones y gestionar riesgos climáticos. Además, la Ley 388 de 1997, modificada por la Ley 2294 de 2023, incluye la gestión del cambio climático como determinante en el ordenamiento territorial.
La guía 👉Consideraciones de cambio climático para el ordenamiento territorial (Minambiente, 2024.), proporciona herramientas y orientaciones para que municipios y distritos implementen acciones climáticas, utilizando información climática y cumpliendo la Ley 1931.
1. LA GESTIÓN DEL CAMBIO CLIMÁTICO Y ORDENAMIENTO TERRITORIAL
El cambio climático, impulsado por actividades humanas como la quema de combustibles fósiles y la deforestación, representa un desafío crítico del siglo XXI. Este fenómeno provoca el aumento de temperaturas globales, derretimiento de glaciares, acidificación de océanos y eventos climáticos extremos, afectando directamente los ecosistemas, actividades productivas, infraestructura y población.
En Colombia, entre 2001 y 2021, se perdieron 3,2 millones de hectáreas de bosques, principalmente por prácticas ilegales, reduciendo la capacidad de adaptación al cambio climático y afectando la biodiversidad.
Para enfrentar estos desafíos, es esencial gestionar adecuadamente los sistemas estructurantes del territorio, que incluyen patrimonio cultural, espacio público, estructura ecológica, equipos colectivos, sistemas productivos, servicios públicos, movilidad y vivienda.
La gestión del cambio climático debe centrarse en el desarrollo rural y urbano bajo en carbono, infraestructura resiliente, manejo de ecosistemas, desarrollo energético renovable, reducción de vulnerabilidades y aumento de la resiliencia y sumideros de carbono.
Las estrategias deben integrarse en los planes de ordenamiento territorial y desarrollo municipal para garantizar su efectividad y coherencia con los objetivos climáticos nacionales, promoviendo prácticas agrícolas sostenibles, eficiencia energética, transporte público sostenible y conservación de bosques.
2. CONSIDERACIONES DE CAMBIO CLIMÁTICO EN LAS ETAPAS DE PLANIFICACIÓN DEL INSTRUMENTO DE ORDENAMIENTO TERRITORIAL
La planificación del ordenamiento territorial debe incluir consideraciones climáticas para garantizar un desarrollo sostenible y resiliente. Integrar la gestión del cambio climático en todas las etapas del proceso asegura decisiones coherentes con los objetivos de reducir emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y aumentar la resiliencia frente a los impactos climáticos.
2.1 Consideraciones de cambio climático en la etapa de diagnóstico del POT
El diagnóstico del Plan de Ordenamiento Territorial (POT) permite conocer el estado actual del territorio y planificar su desarrollo, analizando dimensiones ambientales, económicas, socioculturales, funcionales e institucionales para construir una visión de desarrollo sostenible y resiliente.
2.1.1 Los determinantes ambientales y los estudios aportados por la autoridad ambiental competente
Los determinantes ambientales son condiciones establecidas por las autoridades ambientales para asegurar la sostenibilidad en el ordenamiento territorial. Estos incluyen:
- Determinantes relacionados con el medio natural: Conservación y protección ambiental, prevención de amenazas y gestión del riesgo.
- Determinantes del medio transformado: Uso del suelo, infraestructura y servicios públicos.
- Determinantes relacionados con las densidades de ocupación en suelo rural: Regulación del uso del suelo en áreas rurales para promover la sostenibilidad.
- Determinantes de gestión del riesgo y el cambio climático: Incorporación de estrategias de adaptación y mitigación del cambio climático.
2.1.2 Uso de la información disponible a escala nacional, regional y local para definir el modelo de ocupación a la luz de los retos del cambio climático
Es esencial reconocer los datos disponibles, su origen y características para un uso adecuado de la información. Las fuentes incluyen escenarios climáticos, datos históricos y futuros sobre condiciones climáticas, amenazas, nivel del mar, y eventos de desastres climáticos históricos.
Las herramientas y fuentes de información para definir el modelo de ocupación incluyen:
- Escala Nacional: Tercera Comunicación Nacional de Cambio Climático, inventarios nacionales de GEI, estrategias para la gestión del cambio climático.
- Escala Regional: Estudios de amenaza, vulnerabilidad y riesgo por cambio climático, planes de ordenamiento y manejo de cuencas hidrográficas (Pomcas).
- Escala Local: Fichas de determinantes ambientales, instrumentos de planificación local que incluyen consideraciones de cambio climático.
2.1.3 Validación de información climática con los actores institucionales, sociales y sectoriales
La validación de la información climática asegura su precisión y relevancia, involucrando a actores institucionales, sociales y sectoriales para una perspectiva colaborativa. Los municipios pueden recurrir a estudios disponibles y colaborar con autoridades ambientales para identificar amenazas climáticas y proyectar acciones de adaptación y mitigación. La información validada se integra en el perfil territorial, que contiene las características del territorio frente a escenarios proyectados, condiciones de vulnerabilidad y riesgo climático, emisiones de GEI y principales indicadores socioeconómicos y del sistema abiótico y biótico.
3. CONSIDERACIONES DE CAMBIO CLIMÁTICO EN LA FORMULACIÓN DEL POT
La formulación del Plan de Ordenamiento Territorial (POT) se compone de tres componentes principales: general, urbano y rural, todos apoyados por información técnica y cartográfica relevante. Las orientaciones de cambio climático se integran para establecer políticas, objetivos y estrategias que se adapten a los determinantes ambientales, enfocándose en la mitigación y adaptación al cambio climático.
3.1 Aproximación del cambio climático en el componente general
Incorporar información sobre cambio climático en el componente general del POT permite planificar de manera efectiva la organización y adecuación del municipio, buscando maximizar impactos positivos y minimizar efectos negativos sobre el territorio. Esto implica considerar proyecciones de cambios en temperatura, precipitación y aumento del nivel del mar, las cuales influirán en la definición de áreas para uso del suelo, conforme a los determinantes del ordenamiento territorial.
3.2 Aproximación de cambio climático en los componentes urbanos y rurales
3.2.1 Componente urbano
El componente urbano del POT debe integrar consideraciones de cambio climático para:
- Gestionar la expansión urbana.
- Mejorar los servicios públicos.
- Reducir impactos de eventos climáticos extremos.
Esto incluye:
- Diseño de equipamientos colectivos: Reducir viajes motorizados y tiempos de viaje, maximizar el uso de recursos naturales y reducir impactos negativos del cambio climático.
- Suelos de expansión urbana: Evaluar impactos de la variabilidad y cambio climático para evitar vulnerabilidades a eventos como inundaciones y vendavales.
3.2.2 Componente rural
El componente rural regula normas urbanísticas para guiar el desarrollo de suelos rurales, teniendo en cuenta:
- Áreas de conservación.
- Producción agrícola y ganadera.
- Explotación de recursos naturales.
Considerar las condiciones biofísicas y los cambios en precipitación y temperatura permite adaptar el uso del suelo para mitigar los efectos del cambio climático y aprovechar nuevas oportunidades. La agricultura y ganadería, principales fuentes de emisiones de GEI en el sector rural, pueden beneficiarse de la conservación del suelo, aumentando la captura de carbono y la regulación hídrica.
3.3 Consideraciones de cambio climático en el programa de ejecución del POT
El programa de ejecución del POT establece acciones a corto, mediano y largo plazo, desarrollando estrategias, programas y proyectos priorizados según la visión de desarrollo. Estas acciones, incluidas en los Planes Integrales de Gestión del Cambio Climático Territoriales (PIGCCT) y Sectoriales (PIGCCS), deben coordinarse con los resultados del diagnóstico y consideraciones de cambio climático. Este programa, proyectado a 12 años, debe vincularse a un plan de inversiones para asignar los recursos económicos necesarios para su implementación.
4. SEGUIMIENTO Y EVALUACIÓN DEL POT
El Plan de Ordenamiento Territorial (POT) es un instrumento dinámico que requiere actualizaciones continuas. La etapa de seguimiento y evaluación permite medir la efectividad de las acciones implementadas, identificar vacíos y aplicar lecciones aprendidas, incluyendo ajustes necesarios relacionados con el cambio climático. Esta etapa se realiza en paralelo a la implementación del POT.
Elementos básicos de gestión del cambio climático
- Cambios en temperatura y proyecciones proyectadas: Considerar escenarios de cambio climático, al menos para el periodo 2011-2040.
- Identificación de sistemas estructurantes vulnerables: Detectar los sistemas más vulnerables del territorio frente al cambio climático usando información de vulnerabilidad y riesgo a nivel nacional.
- Fuentes y sumideros de emisiones de GEI: Identificar las principales fuentes y sumideros de emisiones de GEI en el diagnóstico.
Acciones de adaptación y mitigación
- Reducir la vulnerabilidad y emisiones de GEI: Implementar acciones para disminuir la vulnerabilidad del territorio y las emisiones de GEI.
- Aprovechar oportunidades derivadas del cambio climático: Considerar oportunidades que el cambio climático pueda ofrecer para el desarrollo territorial.
- Integrar acciones de adaptación y mitigación: Vincular las acciones de adaptación y mitigación al componente programático y de ejecución del POT, así como al plan de desarrollo vigente.
Documento de seguimiento
El seguimiento y evaluación del POT se documentan en un informe que incluye los resultados de la ejecución del plan, recomendaciones y dificultades encontradas, fortaleciendo la gestión del cambio climático en el territorio.
Aspectos básicos de revisión del POT
- Cambios proyectados de temperatura y precipitación: Evaluar el impacto de los escenarios de cambio climático en las proyecciones de desarrollo.
- Identificación de vulnerabilidades: Detectar los sistemas estructurantes vulnerables y las principales fuentes y sumideros de GEI en el diagnóstico.
- Planificación de acciones concretas: Formular acciones específicas para reducir la vulnerabilidad y las emisiones, y aprovechar las oportunidades del cambio climático.
- Integración programática: Alinear las acciones de adaptación y mitigación con los programas de desarrollo y ejecución del POT.
Anexo 1
El documento aborda los impactos del cambio climático en el ordenamiento territorial, detallando efectos específicos, impactos en el territorio y estrategias de materialización en el ordenamiento. A continuación, se resumen los puntos principales:
Anexo 2
Describe el protocolo de procesamiento de información territorial mediante la Herramienta para la Acción Climática (HaC).
Anexo 3
Detalla el proceso de validación de información climática con actores institucionales, sociales y sectoriales.
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