La medición precisa en la batalla contra el calentamiento global es más que un número. El Acuerdo de París marcó la línea en la arena, estableciendo 1.5 °C como el límite máximo de calentamiento global permitido para evitar consecuencias catastróficas. Pero, ¿Cómo sabremos que hemos llegado a este punto crítico? No se trata solo de cifras; es una carrera contra el tiempo.
Tomado del artículo Acercándonos a 1,5 °C: ¿cómo sabremos que hemos alcanzado esta marca de calentamiento crucial? de Nature. La imagen muestra la línea horizontal marca el límite crítico, la alerta, de 1.5 °C que se busca no sobrepasar para evitar efectos severos del cambio climático, según el Acuerdo de París. Se destaca que combinar observaciones pasadas con proyecciones futuras permite una evaluación más inmediata, crucial para la toma de decisiones políticas informadas.
El calentamiento global juega en un campo irregular, afectado por la variabilidad natural del clima. Eventos como las erupciones volcánicas y los fenómenos de El Niño y La Niña pueden distorsionar las temperaturas globales temporalmente, creando un desafío para diferenciar entre el ruido a corto plazo y la alarmante tendencia a largo plazo que estamos induciendo en nuestro planeta.
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El reloj no se detiene, ¿Demasiado tarde para actuar?
El Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) intenta ofrecer claridad a través de promedios de 20 años, pero esto significa reconocer el problema demasiado tarde. Cuando finalmente confirmamos que hemos cruzado el umbral de 1.5 °C, podríamos estar una década atrasados en nuestra respuesta, perdiendo tiempo valioso.
Señales del calentamiento global. Aquí y ahora, necesitamos respuestas más rápidas
Un enfoque innovador ya está en la mesa: un modelo híbrido que combina observaciones de la última década con proyecciones a corto plazo. Este método no solo está alineado con el rigor científico del IPCC sino que también nos ofrece una oportunidad de actuar con la urgencia que la crisis climática demanda.
La acción retardada es un lujo que no podemos permitirnos
Con cada fracción de grado que se eleva la temperatura global, nos acercamos a un punto de no retorno. La nueva metodología es una herramienta poderosa , una que nos insta a tomar medidas inmediatas y decisivas.
El mensaje es claro: el momento de actuar es ahora. No podemos esperar otra década para confirmar lo que ya sabemos. El límite de 1.5 °C no es solo un número; es un llamado a la acción climática, un recordatorio de lo que está en juego si no cambiamos nuestro curso. Juntos, podemos y debemos hacer más para proteger nuestro hogar común.
Datos del calentamiento global muestran tendencias claras de aumento de temperaturas.
(junio/2024):
Según la OMM (Actualización climática mundial anual a decenal de la OMM (2024-2028)), hay un 47% de probabilidad de que la temperatura global promedio entre 2024-2028 supere 1,5°C respecto a la era preindustrial, frente al 32% del informe anterior. Esta probabilidad ha aumentado desde 2015.
“La comunidad científica ha advertido repetidamente que un calentamiento de más de 1,5°C corre el riesgo de desencadenar impactos del cambio climático y condiciones climáticas extremas mucho más graves, y cada fracción de grado de calentamiento importa”.
En 2020, el IPCC estimó un balance de carbono de 300 a 900 Gt CO₂ para limitar el calentamiento a 1,5°C. A principios de 2024, este balance se redujo a 100-450 Gt CO₂ debido al aumento continuo de las emisiones globales de CO₂, que actualmente son de aproximadamente 40 Gt CO₂ por año.